lunes, 7 de marzo de 2011

Discurso de la Ministra de Ciencia e Innovación en el acto oficial de celebración del día mundial de las enfermedades raras en España

Discurso de la Ministra de Ciencia e Innovación en el acto oficial de celebración del día mundial de las enfermedades raras en España

Alteza Real,

Presidente del Senado,

Ministra,

Senadores,

Presidenta de la Federación Española de Enfermedades Raras,

Vicepresidenta de la Organización Europea de Enfermedades Raras,

Familiares,

Premiados,

Señoras y señores:



El pasado lunes 28 de febrero, celebrando el Día Mundial de las Enfermedades Raras, tuvimos ocasión de lanzar un mensaje de concienciación a la sociedad española.

Hoy nos reunimos en esta Cámara para ir más allá: para transmitir a aquellas personas que padecen estas enfermedades, a sus familias y al conjunto de la sociedad que el apoyo del Gobierno no se agota en un día; que todos los días del año vamos a apoyarles para que puedan superar las dificultades que socavan su calidad de vida.

Quiero comenzar dando mi enhorabuena más cordial a los premiados: Personas e instituciones que trabajan cerca de las enfermedades raras y sus consecuencias desde muchos frentes, desarrollando una labor decisiva que hoy reconocemos en el Senado en nombre de toda España.

Su trabajo es una fuente de inspiración para todas las administraciones públicas. Pero sobre todo es un estímulo que nos ayuda a avanzar en nuestro creciente compromiso con la atención a estas dolencias.

Contamos para ello con un activo clave, la Estrategia en Enfermedades Raras del Sistema Nacional de Salud: el marco común de trabajo elaborado por el Gobierno en 2009 con el concurso de las organizaciones profesionales y de pacientes, y con el apoyo unánime de las Comunidades Autónomas.

Con el camino recorrido desde entonces, el Gobierno de España —a través de los Ministerios de Sanidad, Política Social e Igualdad y de Ciencia e Innovación— se ha propuesto acelerar el despliegue de esta estrategia desde una triple perspectiva: sanitaria, científica y socioeconómica.

Para ello lanzamos hoy el Plan 2011-2012 para Enfermedades Raras, cuyas medidas en el área de mi responsabilidad quiero hoy compartir con ustedes.

La investigación biomédica es, sin duda, uno de los ámbitos en los que más ha avanzado nuestro país en los últimos años, y que debemos y queremos seguir potenciando.

En primer lugar, el Gobierno se compromete a mantener en los próximos años el esfuerzo inversor del Instituto de Salud Carlos III en este terreno, que asciende a más de 12 millones de euros al año. Un esfuerzo que ha permitido consolidar el Centro de Investigación Biomédica en Red de Enfermedades Raras, el CIBERER, creado en el año 2006.

Pero queremos ir más allá, priorizando en las convocatorias del Plan Nacional de I+D —y no solo en las del ISCIII— los proyectos de investigación genómicos, la realización de ensayos preclínicos y clínicos en este tipo de patologías.

En segundo lugar, vamos a acercar en la medida de lo posible la mejor investigación a la prestación de servicios sanitarios a pacientes y a sus familias:

Lo haremos fomentando la colaboración de los Centros de Referencia sobre enfermedades raras con los programas de investigación de los Institutos de Investigación Sanitaria, que son en la actualidad los auténticos referentes en investigación clínica.

Y lo haremos facilitando el acceso de los investigadores al nuevo registro nacional sobre enfermedades raras, previsto también en este Plan 2011-2012. Pero no basta con mejorar la conexión de la investigación básica y clínica, y de la investigación con los registros de pacientes nacionales.

La efectividad de la investigación —en términos, por ejemplo, de un mejor diagnóstico— pasa por una mayor colaboración entre equipos médicos de diversas disciplinas, y por el acceso a datos y material biológico disperso en diversas instituciones y países.

Hablamos de una cuestión vital en la investigación sobre enfermedades de baja incidencia. Por ello, el Plan 2011-2012 incluye mecanismos de coordinación de los Biobancos de los que dispone el Instituto de Salud Carlos III en materia de enfermedades raras, con el conjunto del Sistema Nacional de Salud.

Otro aspecto importante es incrementar el compromiso del sector empresarial. Es conocido que la baja prevalencia de estas enfermedades ha dificultado, por lo general, que las compañías farmacéuticas tradicionales presten una espacial atención a las enfermedades raras.

Sin embargo, en los últimos años han surgido numerosas compañías biotecnológicas de menor tamaño y de mayor especialización, que han mostrado interés en el desarrollo de productos y servicios relacionados con estas enfermedades.

Se trata en muchos casos de jóvenes empresas surgidas desde el sector público de investigación, muchas de las cuales concentran sus esfuerzos en el estudio de alteraciones genéticas que —como todos ustedes saben— suelen ser la causa de estas enfermedades.

Facilitar su trabajo pasa por poner a su servicio las capacidades públicas de investigación. Lo haremos potenciando foros específicos de trabajo para las compañías que desarrollan productos y servicios para las Enfermedades Raras, de los que saldrán iniciativas para acelerar el desarrollo de nuevas terapias y sistemas de diagnóstico.

Por último, estamos convencidos que desde los programas de divulgación científica del Ministerio podemos contribuir a luchar contra una de las principales dificultades que sufren a diario los pacientes y sus familias: el desconocimiento y la falta de apoyo social. Por ello, el plan 2011-2012 contempla la financiación de proyectos de divulgación relacionados con estas patologías centrándose, especialmente, en aquellos dirigidos a jóvenes en edad escolar.

Alteza Real,

Señoras y señores:

El Plan 2011-2012 que hoy presentamos tiene un único fin: mejorar la calidad de vida y reducir los obstáculos con los que se encuentran los pacientes, presentes y futuros, de las enfermedades raras en nuestro país.

El compromiso del Gobierno es firme y, como decía al principio, no se agota en un día, ni en esta semana. Nunca podremos igualar en coraje y en determinación a los pacientes, a las familias y a las asociaciones. Pero esperamos, al menos, que su determinación y su ejemplo nos sigan inspirando para seguir contribuyendo, desde nuestras responsabilidades políticas, a alcanzar los objetivos que todos compartimos.

Muchas gracias.

No hay comentarios:

Publicar un comentario